Actualmente estoy visitando mi familia en la otra punta del mundo.
Al principio tenía mis miedos sobre como se adaptaría mi hijo al cambio de lugar, de horario (2 horas de diferencia) de clima, etc, etc. Luego de estar acá casi una semana, estoy feliz feliz de tener a mi hijo en una rutina. El bello se ha adaptado muy muy bien, y como continúa con su rutina, yo tengo tiempo para disfrutar de estar con mi familia con él , pero también sé cuando voy a tener tiempo (y mas o menos cuanto tiempo) para salir con mis amigos y dejarselo a mis papás.
Mucha gente me ha dicho lo asombrados que están de ver lo bien que se porta, lo feliz que está la mayoría del tiempo y lo bien que duerme. Yo calculo que todos estos son resultados mutuos.
Otra de las cosas que han dejado a mi familia sorprendida es el hecho de que yo pongo a Santi en la cuna, me voy y el se duerme solito. Las primeras veces que salía de la pieza, me decían: "Ya se durmió?". "No" decía yo, se está durmiendo.
Obviamente hay muchos beneficios de nuestra rutina que yo no veo por lo que estoy ahi todos los días, pero verlo desde la perspectiva ajena, muestra muchos otros detalles a los que yo no presto atención.
Más adelante, otros detalles sobre nuestro viaje.
lunes, 26 de octubre de 2009
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